La Noche Ethérea

Creación:

Bajo la luna llena, luminosa y espléndida, el cielo oscuro y estrellado, la neblina se posaba con roces delicados y fríos. Los árboles exhalaban suspiros puros que se extendían, envolviendo como un abrazo suave, fresco y sereno. La luz de la luna se posaba en el centro de los árboles, donde yacía un río cristalino con piedras blancas que brillaban, peces que jugueteaban. El sonido del agua relajante invadía todo ser como una especie de anestésico que inducía a la perfecta calma.

¡Allí estaba yo!

Parada frente al río, completamente perpleja, asombrada de lo inimaginable. No sabía cómo había llegado a ese maravilloso lugar; aun así, no dejaba de contemplar y apreciar tanta hermosura.

Transformación

En un cerrar de ojos, me transformé. Había cambiado de cuerpo humano a uno etéreo, incorpóreo, transparente como agua y vapor. Mi cuerpo cayó al agua inmediatamente porque mis piernas habían desaparecido; ahora tenía una especie de cola fantasmal. Mi cabello creció y creció: era parte de mi mismo cuerpo etéreo. Ni siquiera sentía el agua; estar dentro de ella era como estar en una superficie seca. Estaba completamente asombrada, maravillada. Mi ser gozaba de dicha. No tuve miedo… ¡ Estaba fascinada !

Encuentro

Miré al frente y vi que venía alguien, o algo, en contra de la corriente, poco a poco acercándose. Estando cerca, vi que era como yo: era como el agua, tenía ojos y características como nariz y cabello. Luminosa, etérea, se paró frente a mí con una sonrisa en su rostro. Inmediatamente sentí dentro de mí confianza hacia ese ser, como un aura hechizante. Me habló, pero pude ver que no hizo ningún movimiento de labios.

El sonido de su voz era de una mujer adulta; su voz era suave, como una sutil brisa. Habló en su interior sin producir ningún tipo de sonido exterior, y yo pude escucharla dentro de mi interior, como una conexión.

Ella dijo:  -¡Ven! Te enseñaré los secretos.

Era como escuchar magia pura. Un susurro sin aliento. No dijo más. Volteó y se fue por el mismo camino por el que vino. La seguí, y nos sumergimos en el interior del río como si de volar se tratara. No tuve problemas para respirar bajo el agua… es que ni siquiera tenía respiración.Después de un rato en el agua, salimos a la superficie. Ella subió y subió, y yo la seguí. No sabía cómo hacerlo, pero lo hice. Subimos a las alturas; podía ver a la gente diminuta, como hormigas.

Descubrimiento

Tuve el impulso de bajar, y solo con un pensamiento, aparecí dentro de una casa. Había alguien; yo me escondí. Me percaté de que no podía verme, por lo que quise mover algunos objetos para intentar llamar su atención. Mis manos y mi cuerpo los traspasaron, y pensé que quizás podía atravesar paredes… y lo logré con total facilidad. Era asombroso. Con intención y esfuerzo, pude llegar a mover dos objetos. Podía aparecer y reaparecer en diferentes lugares; no comprendía cómo podía hacer esto.

Regreso

Luego recordé a aquel ser femenino que había conocido, pero no sabía cómo volver a ella. Aun así, algo dentro de mí había cambiado.